A finales de agosto se cumplió un año desde que la amenaza de la construcción de un mega polígono eólico (proyectos Kresada y Aldane) acechase sobre nuestro territorio, iniciándose la maquinaria que logró visibilizar públicamente la oposición ciudadana contra esta burbuja especulativa.
En septiembre celebraremos dos años de la creación de la plataforma Urbasa Andia Bizirik, cuyo principal objetivo es cuidar y proteger nuestros montes y valles de la especulación eólica o solar.
Y aquí seguimos al pie del cañón porque a finales de este mes nos gustaría festejar que la presentación de alegaciones al proyecto Aldane logró su objetivo de paralizarlo, sin embargo, no podemos ni queremos realizar esta afirmación ya que no es cierta.
Ambos polígonos continúan, pese a la información ofrecida en el pleno del Parlamento por la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, en febrero de 2022 de que la empresa ha retirado los avales y desiste de su construcción. La intención de estas declaraciones es, a nuestro entender, clarísima porque ha debilitado la confrontación social.
La desmovilización de la ciudadanía frente a esta lucha ha s do inmediata y la creencia popular de que nuestros montes están a salvo ha calado en las personas. Lamentablemente, Kresada y Aldane no han desaparecido, no están paralizados y ninguna administración ha comunicado oficialmente que el procedimiento administrativo iniciado por Green Capital Power, ha finalizado.
La tramitación sigue su curso legal y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, órgano sustantivo responsable de la misma, así lo publica en su base dedatos de evaluaciones ambientales (consulta realizada el 12 de septiembre de 2022).
Ya lo dijimos entonces (No es momento de celebrar, es momento de seguir peleando) y lo seguimos manteniendo, debemos ser prudentes y estar siempre en alerta, porque estas u otras empresas siguen interesadas en colonizarlos con otros pr yectos similares que afectan gravemente a nuestro entorno, por ejemplo, recientemente las mega instalaciones fotovoltaicas planteadas por iniciativas privadas en Valdega, concretamente en Oco (Fotovoltaica Zeta, con sede en Galicia) y nuevamente en Etxauri (Sarbil Eguzki, con sede en Orkoien).
Seguimos reivindicando a las administraciones públicas el análisis de las necesidades energéticas reales de la Comunidad Foral, que el Gobierno de Navarra planifique y regularice con instrumentos legales adecuados y actualizados, sin vacíos legales, donde se indiquen los lugares más adecuados e idóneos para este tipo de instalaciones (por ejemplo tejados y c biertas colectivas y comunitarias, tejados de uralita cuya retirada es obligatoria), en el caso de que sean absolutamente necesarias y siempre bajo gestión pública.
Seguimos exigiendo una transición energética urgente, transición que ponga en el centro a las personas, en un ejercicio real de soberanía ciudadana donde no prev lezcan los intereses especulativos de las empresas privadas; transición que tenga en cuenta al territorio, nuestros montes, nuestro hábitat, nuestra fauna y flora… una tra sición en la que las personas podamos decidir sobre la utilización de los recursos naturales que nos ofrece el planeta: el viento, el sol, el agua, la tierra, la biodiversidad… y con un uso razonable de la energía.
Otro modelo es posible: debemos empoderarnos para generar y consumir nuestras propias fuentes energéticas, decidiendo de forma democrática cómo consumir menos, debemos garantizar el acceso universal a la energía para que nadie se quede sin alcanzar los mínimos vitales neces rios para vivir. En definitiva, abogamos por una transición energética ordenada, planificada, justa y democrática.
RENOVABLES SÍ, PERO NO ASÍ