Ciclo de charlas
SOBERANÍAS BÁSICAS
Del neocolonialismo energético a la gestión local.
¿Soluciones técnicas o sociales?
Aritzala, 22 de abril de 2022
Cuando hablamos de la crisis sistémica que vivimos y que afecta ya a todo el ámbito humano, no debemos olvidar cómo se ha generado y por qué. Pues un buen diagnóstico es la base para construir el futuro. Desde esa visión podemos vislumbrar una salida caótica o una ordenada. La crisis global actual no tiene precedentes análogos de los que podamos tomar ejemplos. Sabemos lo que no podremos hacer, lo cual es bastante, especialmente en lo referente a una Transición Energética centralizada que no se va a poder transitar por meras razones geológicas y termodinámicas. Nos enfrentamos a retos muy importantes, algunos requerirían grandes inversiones de recursos mientras que otros serían moderadamente fáciles y otros directamente imposibles.
¿Estamos convencidos de que el cambio hacia un mundo mejor, donde la inequidad sea cada vez menor, es posible bajo los mismos patrones de saqueo y desposesión de las comunidades periféricas para mantener un Estado centralista? ¿Estamos seguros de tocar los resortes adecuados para transitar a un mundo mejor? Desde el pico del crudo de 2005, pasando por la caída de Lehman Brothers en 2008, hasta las alarmantes cifras de pobreza que vivimos cuando se nos asegura que “estamos creciendo” o que “saldremos mejores de cada crisis”, veremos qué posibilidades tenemos de mejorar un mundo que avisa sin cesar de un cambio de ciclo.
No es el fin del mundo, es el fin de un mundo marchito. Intentar ahora llenar el territorio de tecnologías de captación renovable con un enfoque centralista, basado en el poder del mismo oligopolio de siempre, la corrupción y las puertas giratorias de partidos políticos y grandes empresas a las que sufragamos a través de los fondos de recuperación el cambio de negocio desde los hidrocarburos a la generación renovable, no solo socava las bases de la vida, es imposible.
Antonio Aretxabala:
Geólogo investigador en la universidad de Zaragoza.
Ha sido 25 años profesor de geología y geotecnia y director técnico del área de hormigón armado (HA) y suelos (SE) del laboratorio de Arquitectura de la Universidad de Navarra.
Participa en un debate científico internacional sobre los impactos de carácter geológico, energético, climático y social con el declive de recursos, adecuar los núcleos de población a un nuevo urbanismo geológico y adaptarlos a los acelerados cambios impulsados por el ser humano.